En la página del blog denominada "Un poquito sobre música" hice referencia a que la música era la única materia en la que se trabajaban todas las inteligencias a la vez (la música está relacionada con las inteligencias múltiples). Es por esto que yo creo que no le damos a la misma la importancia que se merece.
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En primer lugar, para poder tener una buena formación musical, hay que comenzar de pequeños, con unos 6, 7 u 8 años aproximadamente. Esto se debe a algo similar a lo que ocurre con los idiomas porque la música es eso, otro lenguaje. Cuando somos pequeños nos es más fácil aprender un idioma y con la música pasa igual. Esto no quiere decir que de mayores no podamos aprender música, pero será más complicado. Además, está demostrado científicamente que la música es la materia que más transforma al cerebro (neuroplasticidad).
Por otro lado, estudiando música se trabaja la inteligencia matemática. De hecho, el famoso Pitágoras, del Teorema de Pitágoras tan conocido en Matemáticas, hizo referencia a unas proporciones fundamentales en las que está basada la música, junto con la armonía y ritmos. Esto hace que la música tenga una gran relación con las Matemáticas.
La inteligencia lingüística, por supuesto, se trabaja estudiando música. Me atrevería a decir que la música es el lenguaje más grande del mundo, incluso más que el chino. Tiene muchas tonalidades mayores, con sus relativos menores, tonalidades con sostenidos y con bemoles, la opción de modular a lo largo de la obra, de repetir segmentos, de hacer todas las agrupaciones que quieras (siempre y cuando se respete el compás de la obra), muchos compases diferentes, intensidadedes (forte, piano, crescendo, reguladores, matices en general). Además, lo lógico es hablar a una velocidad constante, pero en música puedes variar la velocidad al acelerar o hacer ritardando. Hay obras Allegro, Andante, Cantabile... También hay 7 claves diferentes (podrían considerarse otros lenguajes dentro de la música), como la clave de Sol, la clave de Fa, la clave de Do en primera o en tercera... Por último, en español, francés, inglés o cualquier idioma, no puedes hacer tres "n" o cinco "a" seguidas, pues lo que diríamos no tiene sentido. En música sí, podemos hacer tres "Sol" o cinco "Mi" seguidos y tiene todo el sentido del mundo. Además, hay diferentes figuras rítmicas (negras, blancas, semicorcheas...), que se pueden combinar (dos negras y cuatro semicorcheas, una blanca con puntillo, un silencio de negra y cuatro corcheas...). Así como dato interesante, los silencios también son música.
La inteligencia corporal también se trabaja. Por ejemplo, para tocar el piano, tienes que tener mucha coordinación. Las manos van cada una por su lado, el pedal hay que levantarlo en los momentos adecuados, tienes que ser capaz de leer la partitura a la vez que tocas y, si tocas con alguien más, tienes que ser capaz de escuchar a la otra persona para coordinaros.
La inteligencia espacial es fundamental en el instrumento. Saber dónde está cada nota en el teclado del piano, dónde colocar el dedo en el violín o viola, etc.
Las inteligencias intra e interpersonales también están involucradas. Siempre se dice que la música es terapia y, muchas veces, ayuda a uno mismo. En cuanto a la inteligencia interpersonal, es fundamental para tocar en grupo, pues hay que coordinarse para que pueda haber un buen resultado.
Por supuesto, la inteligencia musical, el espíritu de artista y las ganas de aprender y disfrutar con lo que tocas también hay que tenerlo. No todo el mundo es capaz de estudiar música. Con ocho años entran al conservatorio muchos niños y niñas, de los cuales, la mayoría se quedan por el camino, llegando a los últimos cursos alrededor de 10 personas de todos los instrumentos.
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