Aunque no dediques tu vida laboral a la música, te darás cuenta de que te será útil en algún momento de tu vida (siempre digo que el saber no ocupa lugar). Por ejemplo, puedes dar clases particulares a niños más pequeños como algo complementario a tu trabajo, o, en mi caso, me ha servido para convalidar asignaturas en la ESO.
Es cierto que es muy sacrificado estudiar música, pero estoy segura de que os vais a alegrar. Por eso os animo a dar el paso para empezar a aprender a tocar ese instrumento que siempre os ha hecho ilusión y tenéis la espinita clavada.
PD: a la persona que más ilusión le haga que toques en la cena familiar va a ser a tu madre o a tu abuela, no te vas a librar!!!
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